Stephen Alexandros

Armadura/Rango:Dios Ares

Nombre:Stephen Alexandros
Apodos:
Edad:25
Altura:2,10m
Peso:90
Tipo de sangre:O+
Lugar de Nacimiento:Argos (Grecia)
Profesión: Carpintero
Fecha de nacimiento:23 junio 1983
Maestro:no conocido
Apariencia: Alto, musculoso, ojos verdes, pelo castaño largo, con barba cuidada
Caracter: Amable y educado en privado, silenciosos y distante con desconocidos, y durante las peleas frio, caldulador e impredecible.
Debilidades:ninguna
Miedos:repetir los errores de sus anteriores reencarnaciones
Odios:la debilidad humana en los momentos de pánico
Habilidades: maestro guerrero y gran carpintero, puedo ver la fuerza de una persona con solo mirarla
Tres tecnicas de defensa: Estallido, Supremo Ares, Remolino
Tres tecnicas de ataque: Planeta Rojo, Espíritus de Guerra, Destrucción Carmesí
Historia del personaje:
Nací en Argos, a los pocos meses mi madre me llevó a vivir a EEUU dejando de lado a mi padre. Cuando cumplí los 10 años empecé a tener unos extraños sueños que me atosigaron durante un año hasta que decidí, con consentimiento de mi madre, ir a buscar a mi padre.
Cuando lo encontré me rebeló quien era, me entrenó, descubriendo poco a poco mis poderes y como combatir la personalidad de Ares, pues estaba empezando a influirme.
Al cabo de diez años descubrí que mi padre quiso matarme cuando nací porque él era un antiguo Caballero de Atenea y no quería que yo destruyese el futuro de la proxima reencarnación de su diosa. En parte lo comprendí ya que en mi interior se ocultaba una bestia salvaje que podría destruir todo lo que él ayudó a crear, pero no ayudó a mitigar la ira que crecía en mí.
Al año siguiente le amenacé diciendo había descubierto sus intenciones y que deseaba matarle por eso. Y entonces me dijo que me habría matado si no hubiese descubierto en mí la fuerza mental necesaria para mantener a raya la personalidad de Ares, y entonces, pidiendo perdon a Atenea por no haber sido capaz de matarme se suicidó.
Desde entonces he vivido entre los humanos sin tener contacto con los asuntos de los Santos, pero ahora siento que algo está a punto de ocurrir y tengo un papel que cumplir.